Ficha de A verlas venir
Las series de la tele se llenan de mujeres guapas y esculturales, de hombres apuestos e interesantes, de familias entrañables con niño, abuelo y perro. Mujeres triunfadoras y guapísimas que lloran porque no hallan el marido maravilloso que se merecen. Genios brillantes que son los mejores en lo que hacen. Simpáticas y entrañables asistentas que son tontas y pobres (no sabemos si una cosa es consecuencia de la otra). Personajes que al final del capítulo se hacen mejores personas.
No curran y si curran, tienen unos trabajos interesantísimos. Viven en unas casas de puta madre. No tienen problemas a fin de mes, ni problema con la vivienda. No hay feos. El perdedor merece serlo.
Aquí, no.